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"El doctorado no quita lo tarado".

  • Foto del escritor: Cristóbal  Millas
    Cristóbal Millas
  • 28 abr
  • 3 Min. de lectura


El doctorado ha sido históricamente el pináculo de la formación académica, un rito de paso reservado para quienes se atrevían a empujar los límites del conocimiento humano. Sin embargo, en el siglo XXI, su función ha mutado. Ya no es sólo la búsqueda de la verdad lo que impulsa los programas de doctorado: es la necesidad económica de las universidades, la presión de los rankings internacionales y la reproducción mecánica de papers lo que define esta etapa.


La producción desmesurada de doctorados, impulsada por incentivos distorsionados, ha creado un fenómeno inquietante: hordas de profesionales sobrecalificados para un mercado laboral que no los necesita, portadores de títulos prestigiosos pero desconectados de la realidad práctica.


"El doctorado no quita lo tarado", no va más allá de una premisa que propone una crítica provocadora: No como ofensa personal a quienes lo cursan, sino como diagnóstico de un sistema que ha vaciado de sentido uno de los caminos formativos más antiguos y nobles de la humanidad.


El negocio oculto de los doctorados

Hoy, las universidades compiten ferozmente en los rankings internacionales como QS o Times Higher Education, donde indicadores como la cantidad de artículos indexados y número de PhDs producidos pesan tanto como —o más que— la calidad real de la enseñanza.


El doctorado, en este contexto, se convierte en moneda de cambio. Cada tesis defendida, cada paper publicado, suma puntos. Las universidades impulsan a estudiantes hacia programas de doctorado no por la urgencia del conocimiento, sino por la urgencia de sobrevivir en el mercado académico.El fenómeno de los "paper factories" —fábricas de papers— se ha documentado ampliamente (Nature, 2016; EUA, 2021).


Investigadores jóvenes producen artículos repetitivos, irrelevantes, diseñados para inflar métricas, no para cambiar el mundo.Y mientras las universidades suben en los rankings, los doctorandos acumulan deudas, frustraciones y perspectivas laborales cada vez más pobres.


Doctorado en Economía - Universidad de Chile
Doctorado en Economía - Universidad de Chile

La inflación de títulos y la precariedad laboral

A finales del siglo XX, tener un doctorado era un pasaporte casi seguro a una carrera académica estable. Hoy, es apenas un punto de partida incierto.El mercado laboral se saturó: miles de PhDs compiten por muy pocas plazas fijas, empujando a la mayoría hacia la precariedad de los contratos a plazo, la sobreexplotación en investigación o el éxodo hacia sectores ajenos a su especialización.En Japón, el 70% de los doctores en ciencias exactas terminan empleados fuera de la academia (Japan Science and Technology Agency, 2021).


En Europa, menos del 40% de los doctores en humanidades consiguen empleos estables vinculados a su área de formación (OECD, 2023).El doctorado, lejos de garantizar desarrollo profesional, se convirtió en una carrera de obstáculos, frustraciones y reciclaje forzoso.


Doctorados sin sentido: ¿formación o simulacro?

La hiperespecialización forzada ha creado generaciones de académicos expertos en irrelevancias. Miles de tesis doctorales se centran en microtemas absurdos, impulsados no por la relevancia social sino por la necesidad de encontrar "algo original".La ciencia misma no está exenta. En las ciencias duras, la sobreproducción de doctores genera miles de investigadores que, tras años de formación, terminan encadenados a postdoctorados mal remunerados o emigrando a sectores comerciales alejados de la investigación.


La paradoja es brutal: más doctores, más papers, pero menos descubrimientos relevantes. Según Nature (2023), las publicaciones científicas actuales son crecientemente incrementales y poco disruptivas.No todo está perdido. Universidades como Maastricht y Helsinki están intentando redefinir los doctorados en función del impacto social, recuperando el propósito original de la investigación: cambiar el mundo, no inflar métricas.


Comunidad de Doctorados Pontificía Universidad Catolica de Chile - Vicerrectoría de Investigación
Comunidad de Doctorados Pontificía Universidad Catolica de Chile - Vicerrectoría de Investigación

Recuperar el sentido del doctorado

El sistema de educación superior, corrompido por métricas y rankings, ha traicionado la promesa de la formación doctoral.


Es urgente recuperar el sentido profundo de los doctorados: la búsqueda genuina de conocimiento, el aporte a problemas reales, la formación de ciudadanos críticos.El futuro exige más que productores de papers: exige pensadores capaces de enfrentar los desafíos existenciales de nuestra época. Y para eso, el doctorado debe dejar de ser una farsa mercantil y volver a ser un viaje de transformación intelectual.Mientras haya individuos y universidades que apuesten por la verdad antes que por las métricas, hay esperanza.





Cristóbal Millas / POST𐤀



Fuentes y Referencias

- QS World University Rankings Methodology 2024- Times Higher Education World University Rankings Methodology 2024- Nature, "The Misguided Metrics of Academia", 2016- EUA, "University Autonomy in Europe III", 2021

- OECD, "Education at a Glance 2023"- National Science Foundation, "Survey of Earned Doctorates 2021"- Japan Science and Technology Agency, "Graduate Employment Report 2021"

- The Atlantic, "The PhD Bust", 2013- Stanford Center for the Study of Higher Education, "The Value Crisis in Doctoral Education", 2021

- Martha Nussbaum, "Sin fines de lucro", 2010- Maastricht University, "Impact PhD Program", 2022- University of Helsinki, "Doctoral School Initiative", 2023- Universidad Austral de Chile, "Nuevo Reglamento de Programas de Postgrado", 2024

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