La mediocre Biopic de Bob Dylan dirigida por James Mangold.
- Cristóbal Millas
- 12 feb
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 20 abr
Mientras recorre a toda velocidad los momentos más notables de la vida de Dylan, la película cae en continuas incoherencias.

Desde el momento en que salió tambaleándose del Medio Oeste y llegó a Greenwich Village, Bob Dylan, nacido Robert Zimmerman, ha difuminado la línea entre la verdad y la fábula de una manera que ha desafiado décadas de estudio obsesivo sobre su vida y obra. Las mejores aproximaciones a la figura del artista, desde los documentales deliberadamente escurridizos de Martin Scorsese hasta el retrato cubista de Todd Haynes en I’m Not There, han abordado este aspecto mítico de Dylan.
A primera vista, A Complete Unknown, de James Mangold, un relato de la llegada de Dylan (Timothée Chalamet) a Nueva York y su rápido ascenso al estrellato folk, parece seguir esa misma línea de aceptar el misterio de este artista iconoclasta. En una de sus primeras citas con su novia Sylvie (Elle Fanning, interpretando un personaje basado en Suze Rotolo), la pareja ve Now, Voyager. Para Sylvie, la película trata sobre una mujer que supera su pasado y se convierte en su verdadero yo. Dylan discrepa, afirmando que la protagonista de Bette Davis simplemente construye una identidad distinta, desconectada de su historia. Esa nueva identidad, insiste, no es mejor, solo diferente.

Sin embargo, A Complete Unknown rápidamente se ajusta a la fórmula convencional de las biopics, pasando a toda prisa por los momentos más notables de la vida de Dylan: desde su viaje a Nueva York en 1961 para conocer a su ídolo enfermo Woody Guthrie (Scoot McNairy) hasta el borde del accidente de motocicleta de 1966, que marcó un cambio radical en su estilo, de ícono folk a trovador impredecible.

Una biopic atrapada en los clichés del género
Para su crédito, la película de Mangold no intenta “resolver” a Dylan asignándole explicaciones simplistas sobre cómo este joven excéntrico transformó una escena bohemia marginal y aceleró la validación de la música pop entre la élite intelectual. Sin embargo, no ofrece nada en su lugar, y cae en ese tropo agotado de las biopics que ya fue parodiado despiadadamente hace casi 20 años en Walk Hard: el artista que, como por arte de magia, compone un clásico instantáneo mientras otros músicos y espectadores quedan congelados en un asombro reverencial ante su genialidad.

Aunque incluso los fanáticos casuales conocen la personalidad cáustica de Dylan en los años 60, Chalamet lo interpreta con una timidez nerviosa apenas disimulada por su complejo de superioridad. Al inicio de su relación con Joan Baez (Monica Barbaro), Dylan desprecia su música como “bonita… casi demasiado bonita”, comparando sus letras floridas con esas pinturas de hotel técnicamente correctas pero artísticamente insípidas. Y, desde la perspectiva de Dylan, Pete Seeger (Edward Norton) no es más que un idealista bienintencionado pero exasperante, cuya ingenuidad resulta irritante incluso para un Dylan 20 años menor que él. En algunos momentos, la incursión de Dylan en la música de protesta parece más una estrategia calculada que una verdadera convicción, como si la dominara solo para hacerse un nombre antes de impacientarse y querer probar algo nuevo.

Esta tensión subyacente que impulsa a Dylan a la cima de la escena folk en el Village hace que la primera mitad de la película sea su punto fuerte, pero también engrandece su figura a expensas de sus contemporáneos. Cuando Joan Baez adopta rápidamente clásicos instantáneos como Blowin’ in the Wind, la película sugiere que esto no es un reconocimiento de la tradición viva del folk, sino una aceptación implícita de que el juicio de Dylan sobre su música era correcto y que ella simplemente se cuelga de su éxito. (En la realidad, Dylan fue quien se benefició del apoyo de Baez). De igual forma, Seeger, una verdadera leyenda de la música estadounidense y un hombre que arriesgó su libertad por la lucha por los derechos civiles, aquí parece un nerd paternalista que sofoca la creatividad de Dylan mucho antes de que la presión de la fama lo obligara a reinventarse.

Un caos en su segunda mitad
En su segunda parte, los problemas de A Complete Unknown se agravan a medida que se precipita sin rumbo hacia la etapa en la que Dylan “se vuelve eléctrico”, hasta el punto de la incoherencia. Chalamet se apoya demasiado en la indiferencia antisocial del cantante, que se burla de sus amigos y antagoniza a sus seguidores, pero el actor sin querer transforma la transición de Dylan hacia el rock en un acto de rebeldía en lugar de una evolución natural para un chico que soñaba con tocar en la banda de Little Richard.

La energía vibrante con la que Dylan ensambla su banda de rock y adopta instrumentos eléctricos se desvanece a medida que la película juega cada vez más con la cronología, culminando en un clímax desconcertante en el Festival de Folk de Newport de 1965. Aunque este evento es clave en la historia de Dylan como el punto de no retorno en su ruptura con la ortodoxia folk, la película lo convierte en un saco donde se acumulan todos los conflictos de su siguiente año, incluso incorporando el infame grito de “Judas” de su concierto en Manchester en 1966.
Todo esto es acompañado por una cinematografía apagada y desaturada que subraya la personalidad distante y hermética de Dylan. Puede que tenga sentido desde una perspectiva temática, pero también plantea una pregunta clave: ¿cuál es el punto de otra película sobre un período ya excesivamente documentado de uno de los músicos más estudiados de todos los tiempos? Entre documentales, filmes de ficción y libros, la historia del ascenso de Dylan y su impacto en la cultura pop de los años 60 podría llenar una biblioteca. En ese contexto, este recuento simplificado y sin nuevos aportes resulta tedioso y superfluo.
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Ficha Técnica.
Título Original: A Complete Unknown
Director: James Mangold
Guionistas: James Mangold y Jay Cocks
Productores: Fred Berger, Bob Bookman, Alan Gasmer, Alex Heineman, Peter Jaysen, James Mangold y Jeff Rosen
Director de Fotografía: Phedon Papamichael
Reparto Principal:
Timothée Chalamet como Bob Dylan
Elle Fanning como Sylvie (basada en Suze Rotolo)
Monica Barbaro como Joan Baez
Edward Norton como Pete Seeger
Scoot McNairy como Woody Guthrie
Género: Drama musical biográfico
Duración: 141 minutos
País de Origen: Estados Unidos
Idioma Original: Inglés
Fecha de Estreno: 25 de diciembre de 2024 en Estados Unidos
Presupuesto: 60 millones de dólares
Recaudación: 98.000.000 de dólares
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